Tipos fijos

La hipoteca en su primera fase pasa por elegir el tipo de interés. Una de las alternativas es la elección de un tipo de interés fijo. Los tipos fijos no varían a lo largo del tiempo y permiten una mejor planificación financiera. Sin embargo, los tipos de interés fijos suelen llevar aparejados algunos inconvenientes a la hora de contratar una hipoteca.


Tipo de interés fijo

Tipo de interés fijo

Los tipos de interés fijos tienen la principal ventaja en que no varían a lo largo del tiempo tras contratar la hipoteca. De esta manera, es fácil planificar su pago a lo largo del tiempo y una repentina y acuciada subida del Euríbor no derrumbará nuestra economía familiar. Además, otra ventaja es no tener que renegociar anualmente el pago de la hipoteca como pasa en el caso de las hipotecas de interés variable.

Por otro lado, poseen algunas desventajes. Los bancos suelen imponer un interés sobre el Euríbor superior al que se suma en las hipotecas de tipo variable. Además, si se da un importante descenso del Euríbor es posible transformar la hipoteca fija en variable, pero siempre tras afrontar el pago de comisiones de cancelación parcial.