El Euríbor se ha convertido en una pesadilla en los últimos meses para muchas economías. Muchas familias que adoptaron tipos de interés variables cuando el Euríbor navegaba por valores bajos ahora se ahogan ante los máximos históricos que el Euríbor marca cada mes. Son varios los factores que explican este gran crecimiento, pero en especial existen una causa que ha elevado el Euríbor de esta manera, que es la crisis hipotecaria de EE.UU.
Tras los acontecimientos de los atentados del 11 de Septiembre, la economía mundial se tambaleó lo que obligó a los gobiernos a adoptar medidas directas que paliaran la crisis. La receta fue sencilla, los tipos de interés cayeron a mínimos históricos y los gobiernos inyectaron grandes sumas de capital. De este modo, el dinero se abarató de gran manera y se promovió enormemente el flujo de capital y créditos para incentivar la inversión y la recuperación económica.
Cuando se alude a que se abarata el dinero, esto quiere decir que los bancos tienen que pagar un interés menor por comprar dinero a la reserva de cada país (en el caso de EE.UU. la Reserva Federal, en Europa el Banco Central Europeo).
Los bajos tipos de interés fomentaron un alud de nuevos préstamos hipotecarios cada vez más baratos y con mayor riesgo. De esta maneras, muchas entidades crediticias de EE.UU. comenzaron a crecer de forma espectacular, pero asumiendo un gran riesgo. Finalmente, el aumento de los costes de las materias primas y el déficit estadounidense llevó a un aumento de los tipos de interés y éste a la incapacidad de muchas familias a pagar las hipotecas de alto riego. Esta situación llevo a la ruina a muchas entidades crediticias, lo que aumentó enormemente la desconfianza entre bancos y la necesidad de que los gobiernos rescataran con inyecciones de capital.
Toda esta debacle se contagió al sistema financiero mundial. De esta manera, la desconfianza de los bancos en sus préstamos interbancarios, al desconocer la liquidez real de éstos ha llevado a un progresivo aumento del Euríbor.
A esto cabe sumar otras causas importantes. El Banco Central Europeo, en su lucha contra la inflación, sigue manteniendo unos tipos de interés elevados, que redudan en un Euríbor alto. Por otro lado, los altos tipos de interés han generado un círculo vicioso, ya que han generado un fuerte retroceso inmobiliario, lo que implica un retroceso en la contratación de hipotecas, es decir, menos liquidez para los bancos, más desconfianza y más que tienen que pagar las familias con el Euríbor.