A la hora de decidir comprar una vivienda y adquirir una hipoteca surgen algunas dudas importantes. Una de las más populares es ¿qué es mejor en una hipoteca tipo fijo o variable? en este artículo desgranamos los dos tipos de interés para ayudarte a decidirte ampliamos ambos conceptos y repasamos cuál es más aconsejable.
¿Qué es más aconsejable, una hipoteca de interés fijo o variable?
La verdad es que no existe una financiación ideal o mejor que otra, si no que según tu perfil financiero, laboral y personal será más conveniente que elijas un tipo de interés u otro.
Las hipotecas de tipo fijo tienen unas condiciones mejoradas con respecto a hace varios años y por ello, las diferencias de precios entre ambos intereses se han reducido y todo ello hace que la elección entre una hipoteca de tipo fijo o variable sea más complicada.
Cuando hablamos de hipotecas de interés fijo nos referimos aquellas en las que sus mensualidades se mantienen sin cambios, siempre se paga lo mismo. Están aconsejadas para aquellas personas que tienen aversión al riesgo o los perfiles que tienen un alto poder adquisitivo y pueden permitirse unas mensualidades más altas. Debes saber que las hipotecas de tipo fijo son más elevadas dado que el plazo es más corto y por lo tanto, sus intereses son mayores.
Por otra parte, las hipotecas variables son un tipo de préstamo con cuotas mensuales constantes, y cambian anual o semestralmente según el tipo de interés en el momento en el que se revisa y recalcula la cuota. Los bancos suelen ofrecer en estos casos periodos de amortización más extensos, generalmente entre 35 y 40 años, por lo que las mensualidades son más reducidas. Sin embargo, uno de los inconvenientes de las hipotecas de interés variable es que tras la revisión de las cuotas puede encarecerse si lo hace el euribor o IRPH. Aunque también pueden abaratarse.
Diferencias entre la hipoteca a fija y la variable
Una de las diferencias entre los tipos de interés fijos y los variables a la hora de contratar una hipoteca es el tipo de interés que se aplica y las diferentes condiciones de cada uno de ellos ofrecidas por la entidad. Por otro lado, podemos destacar que se diferencian también en la cuota, el plazo, las condiciones y las comisiones.
- Diferencias entre las cuotas de una hipoteca fija y una variable: en el caso de optar por un préstamo hipotecario de tipo fijo las cuotas son más estables aunque más caras y las mensualidades son las mismas. Por lo tanto, este tipo de hipotecas está recomendado para aquellas personas que tienen unos ingresos elevados y estables. Sabrás la cantidad que debes pagar cada mes sin cambios. Por otro lado, las cuotas de las hipoteca variable son más baratas y asequibles, pero como hemos comentado al principio del artículo la cuota puede variar para adaptarse a los nuevos valores del índice de referencia.
- Diferencias entre los plazos de una hipoteca fija y una variable: a pesar de que los intereses de las hipotecas de tipo fijo son mayores, al tener menos plazos, se reduce el número de años en los que se paga intereses y por ello, a largo plazo puede suponer un ahorro considerable. En el caso de las hipotecas de tipo variable los plazos son más largos, como hemos mencionado pueden llegar a alargarse hasta 40 años. Por ello, al alargar el plazo de una hipoteca, podemos conseguir mensualidades menores, aunque a la larga se pagan más intereses y suelen ser más caras a largo plazo. Ante esta situación es recomendable establecer cuotas bajas sin alargar la hipoteca demasiado tiempo.
- Diferencias entre las condiciones de una hipoteca fija y una variable: actualmente se están revisando las condiciones de las hipotecas de tipo fijo para ofrecer algo parecido a las hipotecas variables, tienen intereses por debajo del 3% o el 2% aproximadamente. Hoy en día las hipotecas de tipo fijo también alargan los plazos, hasta los 20 años.
Otra de las diferencias entre las hipotecas de tipo fijo y las variables, es que las primeras penalizan el cambio e incluyen una ley de comisión de riesgo por tipo de interés que oscila entre el 0,5 y el 5% del capital pendiente por pagar. - Diferencias entre las comisiones de una hipoteca fija y una variable: terminamos las diferencias entre la hipoteca fija y la variable hablando sobre las comisiones, en las hipotecas fijas se obtienen más comisiones y de un mayor importe que en las variables. Por ejemplo, la comisión de apertura de la cual puedes prescindir en las hipotecas variables. Además debemos señalar que estas últimas las comisiones son menores y en caso de tener comisiones son bastante más baratas. Aunque pueden conllevar la cláusula suelo, que protege al banco, en caso de que el euribor se desplome y el cliente siguen pagando la misma cuota.
En conclusión ¿qué es mejor en una hipoteca tipo fijo o variable? dependerá de las condiciones que ofrezca el banco, dado que lo que para una persona puede suponer una ventaja, para otra puede significar un punto a tener en cuenta. Actualmente, los mejores préstamos hipotecarios son de interés variable generalmente. Si encuentras uno a tipo fijo competitivo, estás de suerte.
También es cierto que a la hora de decantarse por una hipoteca de interés fija o variable es necesario barajar diversos factores, como el momento histórico y económico o la aversión al riesgo.
¿Qué es mejor contratar una hipoteca de interés fijo o variable? Si tienes un nivel adquisitivo alto, quieres evitar los riesgos y prefieres pagar siempre lo mismo, en este caso te conviene solicitar una hipoteca a tipo fijo. En cambio, a pesar de la fluctuación de los tipos de interés, si puedes asumir el riesgo de tener mensualidades variables, una hipoteca a tipo variable encaja mejor en tus planes a la hora de adquirir una vivienda.